Primavera Sound: La cura bajo el sol

 
Foto: Cata Almada - Indie Hoy

Con una interesante propuesta, sobre todo de shows internacionales, el festival creado en Barcelona tuvo su 2° edición en Buenos Aires.

                                Por Raúl Grinberg

Cuando vi en el mes de julio que el festival traía nada más ni nada menos que a The Cure, Blur, Beck y Pet Shop Boys no dudé en sacar mis entradas con mucha anticipación. Muy larga la espera, pero fue sano tratar de no pensar, aunque a veces la cartelería en la vía pública con la publicidad muchas veces no colaboraba mucho. Comenzando el mes de noviembre, también empezó la manija y el día al fin llegó.

Los horarios fueron publicados un par de días antes, como viene pasando desde 2017 en todos los festivales siempre hay una presencia, al menos, de músicos mendocinos. Esta vez fue con Mi Amigo Invencible, qué, lamentablemente, no pude verlos porque fueron programados a las 15.30 hs, siendo parte de los primeros grupos que abrían la 1° fecha.  

Tras la baja de la banda indie estadounidense Muna por problemas de salud, en su lugar se sumó Massacre, por lo que, poniendo onda llegué ya comenzado el show que además terminó unos minutos antes, por lo que alcancé a ver aproximadamente 5 canciones, Massacre conserva la fuerza y el carisma de siempre de Walas y compañía, cumpliendo con creces a pesar de ser incorporados casi el mismo día.

Primavera Sound cuenta con 4 escenarios, los 2 principales se encuentran uno al lado del otro, apenas termina uno, a los 10 minutos empieza el otro, por lo que no se superponían, solo a veces podía llegar a escucharse a lo lejos uno de los escenarios alternativos: Nobody is Normal, el mismo presenta una noble propuesta definida por los mismos organizadores en Barcelona como “ Pluralidad, diversidad y heterogeneidad asumida con naturalidad encima del escenario, pero también debajo. Un cartel paritario que recoge diferentes realidades y sensibilidades más allá de lo musical como es el de Primavera Sound Barcelona - Sant Adrià 2022 tiene que tener su reflejo entre el público: el disfrute en el regreso al Parc del Fòrum no puede estar sujeto de ninguna manera a las convenciones de género. En un espacio propicio para desafiar los estándares como es un festival, vivir tu propia expresión de género y tu propia sexualidad nunca debería condicionar tu experiencia”.

El último stage más alejado, por lo tanto sin posibilidad alguna de superponer su sonido, es el Barcelona, allá me dirigí con el fin de ver a Richard Coleman. Nunca había alcanzado a ver un show entero de él. Richard recorre toda su extensa carrera, canciones de todos sus grupos que van de Metrópoli, pasando por aquel proyecto paralelo a Soda Stereo de Gustavo Cerati que los unió a fines de los 80´s en Fricción, Los 7 Delfines y por supuesto su carrera en solitario.

Llegando al final invitó al escenario a la cantante Flopa Lestani para presentar “Arañas bebe” el nuevo single que Richard grabó junto a Andrea Echeverri, para luego dar paso a Héroes, aquel gran cover de David Bowie en español que hizo con Fricción, para terminar con una versión de Hombre al agua de Soda Stereo.

Los homenajes a los grandes del rock nacional no quedaron ahí, así como Richard con Soda Stereo, recordando a su gran amigo Gustavo Cerati, Conociendo Rusia hizo su propia versión de Rezo por vos en honor al Flaco Spinetta y Charly García, en medio de un show que demuestra el crecimiento del ruso Mateo Sujatovich que lo confirma como una de las grandes apariciones de la última década del rock nacional con temas como Cabildo y Juramento, Quiero que me llames, Puede ser o Loco en el desierto, entre otras que ya van vislumbrando un destino de clásicos.

En el año 2017 fui un gran seguidor de toda la movida indie, aun así, nunca había visto en vivo a uno de sus principales exponentes: El Mató a un Policía Motorizado. Show que me generó nostalgia, recuerdos de escuchar El Tesoro o El mundo extraño en cuanto bar de Almagro al que iba. Fue también una especie de intro, de relajación para lo que vendría después con las canciones más oscuras de The Cure a las que haré referencia un poco más adelante.

Dillom no me despertaba interés, por lo que aproveché para ir a comer y acá va el 1° tip clave para festivales: los escenarios alternativos suelen tener venta de comida y con muy poca fila, la gente se suele quejar de las largas colas para comprar, pero eso es porque lo hacen en los locales ubicados en los escenarios principales.  Volviendo a Dillom, de todas formas llegué a escucharlo yendo al stage Barcelona, haciendo una versión de Nos siguen pegando abajo de Charly García.

Una vez en el Barcelona cenando, esperábamos por Roisin Murphy, pero la cantante se retrasó y recién cuando terminamos de comer subió al escenario pidiendo disculpas por la demora. Respecto a la cena, bastante caro como todo festival (una hamburguesa sola 4500 y una botellita de agua 2000), pero había que comer algo para las casi 3 horas de show de The Cure que estaban por venir.

Ya era sabido que la condición de The Cure para estar en el festival era que no tocaban menos de 2 horas, por lo tanto, rompiendo ya con un estereotipo de shows cortos de los festivales, The Cure subió al escenario con un look intacto de Robert Smith y su voz impecable, dieron inicio a un viaje que fue variando desproporcionadamente en momentos más oscuros y otros hiteros.

En un momento pensé en subtitular la nota con un segmento llamado “viejos son los trapos” y es que eso describe a la perfección, desde la energía que se les veía en el escenario. Desde que comenzó el show fueron casi 1 hora y media tocando sin parar una canción tras otra, luego tuvieron algunos minutos (muy pocos) que decidían relajar para seguir adelante con el show. Toda una muestra de virtuosismo, y talento con más de 40 años de carrera.

Es difícil ponerse en posición de criticar frente a tamaña muestra de calidad, pero siento la necesidad de hacerlo por determinadas sensaciones que me fueron pasando a lo largo del show: las extensas canciones de más de 10 minutos instrumentales encadenadas una tras otra hizo en principio denso el show y generaba ansiedad de escuchar los clásicos, qué, cuando llegaban venían uno tras otro, para volver nuevamente a la oscuridad, olvidando alternar para mantener al público bien arriba, esa fue la sensación, debería haber estado mejor distribuídas las canciones para manejar los momentos, de todas maneras para el final sonaron muchos clásicos una tras otro: "Lullaby”, “The Walk”, “Friday I’m in Love”, “Close To Me”, “Why Can’t I Be You?” y “Boys Don’t Cry”. Esto no quita que haya sido un gran show, esperadísimo y que no decepcionó, sí que no haya sido en mi caso mi favorito una vez finalizado los dos días y haciendo un balance, aunque sí quedó en mi top 3.

El 2° día fui un poco más temprano, al ingresar al Parque Sarmiento me acerqué al stand de una reconocida cerveza que auspiciaba el festival y que promocionaba su línea sin alcohol. Me dieron 2 vasitos para probarla, por lo tanto, tip de festival 2: acercarse a los stand de los sponsors de los festivales ya que podés ligar algo gratis.

Llegué cerca de las 14.30 ya estaban terminando de tocar los primeros: Winona Riders con un espíritu más punk, lo poco que alcancé a  ver de ellos fue desde la sombra que daban las gradas porque el calor era insoportable y el sol estaba muy fuerte, por lo que la 2° banda, Rayos Laser la vi desde el mismo lugar.

Todos los festivales tienen que tener puntos de hidratación, por lo general están alejados de los escenarios principales, pero, acá va el 3° tip de festivales: acercándose a las torres de sonido, la gente de ahí te recarga la botellita o vaso, lo único negativo es que si el botellón que tienen ellos está al sol sale media tibia, pero sirve para no perderte las bandas siguientes por ir a buscar agua al punto de hidratación.

Lo de estar a la sombra pasó a segundo plano cuando a las 16 hs subió Virus al escenario, la gente se acercó a pesar del sol y las altas temperaturas, Moura se hizo eco y manifestaba en varias ocasiones la admiración por los que estábamos al sol cantando sus canciones. En varias ocasiones regalaban botellas de agua al público.

En cuanto al show fue totalmente distinto a la imagen que me quedó del Quilmes Rock del año pasado, cuando habían vuelto a tocar después de mucho tiempo y se los notaba con falta de ritmo. Esta vez fue todo lo contrario y merecen un 2° capítulo de “Viejos son los trapos”, tocaron todos los clásicos, tuvieron una muy buena ida y vuelta con el público y hasta en Luna de miel en la mano Marcelo Moura jugaba a tirarle caramelos a la gente que se las devolvía y el los atajaba y los volvía a patear y tirar, muy colorido como todo el espectáculo.

Luego de Virus llegó Turf, la banda liderada por Joaquín Levington también hizo referencias al calor, otro gran show con grandes momentos de Joaquín confirmando que es todo un personaje y showman. Jugó con el público, invitó al pogo más grande del mundo, aduciendo que el Indio Solari le dijo por Whatsapp o Telegram que su pogo era malísimo, se subió a caballito de Luis (uno de los del personal de seguridad) y se metió entre el público. Como siempre, uno de los shows más divertidos del rock nacional.

Por sugerencia de mi amigo Lucho que me acompañó al festival, fuimos nuevamente al Stage Barcelona para ver a Weyes Blood, sin conocerla, me pareció buena idea ya que lo que siempre me gustó de los festivales es descubrir música nueva. Weyes es una cantautora y multi instrumentista estadounidense, para describirla musicalmente tiene cosas de Joan Báez y Fleetwood Mac. Su voz es muy dulce y su personalidad en el escenario transmite una paz especial, además de lograr entre sus seguidores (los que estaban pegados al escenario) una relación de amor, el público le regaló un dvd y un ramo de rosas, ella devolvió tirando flores, un lindo show de Weyes Blood y muy interesante para escuchar.

Como podrán ver, mi line up del día ya era bastante extenso, y todavía faltaba lo mejor, por eso la presentación de Carly Rae Jepsen la volví a ver, como las  bandas previas a Virus, desde la sombra entre árboles, un poco alejado del escenario pero escuchándola de igual manera, toda un referente pop que desde las pantallas gigantes se veía la gran llegada a la gente.

En el primer día les hablaba sobre mi top 3, el número uno vendría después de Carly, y se trata de Beck, si bien tenía ganas de verlo no estuve ni cerca de imaginar lo que iba a ser su presentación.

Muy enérgico, demostró que es un músico completísimo y sobre todo ecléctico desde su propuesta musical, puede ir del funk al pop, pasar por el country, el rap, el rock, agarrar la armónica y tocar un blues y todo fluye, nada parece forzado. En el medio del show además, invitó a Damon Albarn a cantar “Valley of The Pagans”, una colaboración entre Beck y Gorillaz, confirmando la gran amistad que los une. El público explotó con el mega hit Loser, el mejor show de los dos días (al menos en mi humilde opinión).

Para el turno de Pet Shop Boys también había hambre y había que comer algo antes de Blur, por lo tanto lo vi a medias porque fui a los stand de comida que estaban cerca del escenario, con bastante fila, pero no había chances de aplicar el tip que les mencioné antes de ir al escenario alternativo porque ni siquiera iba a poder escucharlos. Pero desde ya, esta fue una nueva entrega de “Viejos son los trapos” Neil Tennant con sus 69 años supo transmitir la esencia de los 80´s de los Pet Shop Boys, haciendo bailar al público con canciones como Dominó Dancing, Always on my mind, It´s a sin o West end girls, tema con el que cerraron su show.

Para el final, el plato fuerte! Mi puesto n° 2 de mi top 3 del festival, Blur con un Damon Albarn cansado anunciaba su último show de esta gira, más allá del cansancio se le notaba un gran esfuerzo y voluntad en dar todo como siempre lo hace. En sus shows, Damon siempre tiene alguna situación especial con algún seguidor, esta vez fueron 2: Entre “End of The Century” y “Country House”, Albarn pidió que le alcanzaran un trapo en el que se leía “Pupi La Plata” circundando un chopp de cerveza. “Esta bandera viajó con nosotros de gira todo este año. Y la gente que nos la regaló quería que nosotros se la diéramos cuando volviéramos a cantar a este país. Entonces, la devolvemos como una especie de ritual”, explicó y lo hizo subir a Bubi, que abrazó al cantante mientras lo registraba todo en modo selfie. “La devolvemos para que continúe el espíritu en nuestros corazones y las buenas relaciones entre Argentina e Inglaterra”, pidió Damon y desde el campo brotó espontáneo un “¡Argentina, Argentina!”.

Un par de temas después, para la balada “To The End”, subió otra fanática llamada Daniela, que la cantó de rodillas, conmocionada y cara a cara con Damon. Un momento inolvidable para ella y para el show.

El cansancio acumulado al cual mencionaba hizo que The Universal comenzara a destiempo, por lo que tuvieron que arrancar de nuevo, tomándolo con buen humor para finalizar con un gran abrazo grupal con “Le temps de l’amour” de Françoise Hardy.

Primavera Sound fue una gran experiencia, en mi caso venía mayoritariamente de ir a los Lollapalooza, si bien son la misma productora, Primavera Sound mantiene un espíritu más simple, no tan pomposo como Lolla y definitivamente fue una cura bajo el sol.


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