Woodstock 69: una puerta a la industria musical
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Tres días de paz y música fue la consigna que todos conocemos, enarboló a todo el movimiento hippie, protestó contra la guerra de Vietnam, reclamó por derechos, pero la pregunta es ¿cuál fue el resultado?, ¿se lograron los objetivos?
Woodstock es sin ninguna duda el primer gran festival de la música, por el pasaron ni más ni menos que Jimi Hendrix, Janis Joplin, The Who, Jefferson Airplane, Carlos Santana, Ten Years After, etc. El mismo fue organizado por 4 jóvenes entusiastas: Michael Lang, Artie Kornfeld, John Roberts y Joel Rosenman de los cuáles, solo el primero había organizado un festival en Miami con 40.000 asistentes, una suma ínfima si comparamos con las 500.000 personas presentes en Woodstock.
Si hablamos de medio millón imaginamos que fue todo un éxito y las arcas de sus productores deberían haber aumentado considerablemente, pero no, no fue así y la organización demoró 10 años en terminar de cubrir las deudas. La falta de experiencia y la ingenuidad con la que se manejaron hizo que los números no cerraran por ningún lado.
Por otra parte, hoy parece una obviedad, pero todos los artistas cobraron altos caché. Tal vez por activismo o algún otro motivo, vaya a saber cuál, en el imaginario social se pensaba que ninguno pedía dinero por su actuación en una causa tan noble como puede ser el rechazo a la guerra de Vietnam y el pedido unificado de paz en el mundo. Recién en 1983 en el marco del US Festival Chrissie Hynde de The Pretenders se sinceró al explicar que los músicos estaban allí por el dinero y tocó la canción «Money».
En lo que respecta al público de Woodstock ellos pertenecieron a la generación Baby boomer, es decir, todas aquellas personas nacidas luego de la segunda guerra mundial por lo que, inevitablemente, lucharon por la paz en el mundo y fueron quienes sentaron las bases para la integración social y cultural de afro descendientes, homosexuales y derechos de la mujer gracias a todo el movimiento contracultural encabezado sobre todo por el feminismo quienes habían logrado los cambios más significativos por ese entonces y a partir de allí comenzaron a visibilizarse otras falencias sociales que requerían una urgente transformación.
La guerra de Vietnam luego del Festival Woodstock continuó su curso normal, pero había empezado a gestarse un malestar generalizado que llevó a un cuestionamiento aún más fuerte sobre la figura presidencial de Richard Nixon. En cuanto al movimiento Hippie, el mismo parecía que iba a cobrar más fuerza luego del Festival, pero inesperadamente ocurrió todo lo contrario, los medios tuvieron una gran parte de influencia en la difusión masiva del caso Manson y los incidentes en el Altamont Festival en diciembre de 1969. El movimiento hippie quedó completamente debilitado y casi desintegrado, al punto de regresar al underground, pero con el consuelo de haber dejado una contracultura muy fuerte, que sin ella posiblemente no se habrían logrado los grandes cambios sociales que hoy en día tenemos.
Woodstock dio el puntapié inicial para la creación inusitada de festivales de música ya con fines claramente comerciales formando así una fuerte industria cultural alrededor del rock. Fue así como al año siguiente, en 1970, se realizó en Inglaterra el primer Glastonbury, con poca concurrencia al igual que el año siguiente pero que sentaría las bases para uno de los mejores festivales del mundo, que tras su regreso triunfal en 1978, año a año convoca a las principales figuras del rock desde hace 40 años casi de forma ininterrumpida
Por su parte Woodstock tuvo sus reediciones aniversario en 1979, 1989, 1994 y 1999; en el medio de éstas surgió el Lollapalooza en el año 1991, el mismo englobaría a la generación sucesora de los Baby Boomers, la generación X para luego transformarse en otro clásico producto de la industria cultural aunque disimulado como propuesta «alternativa», lo cierto es que todos perseguían sus fines comerciales y sirvieron para dar impulso a artistas y carreras musicales.
Con todo esto no pretendo juzgar si está mal que así sea o no, podemos soñar con realidades utópicas, pero lo cierto es que vivimos en un marco social y económico dominado por el capitalismo. Con sus pro y sus contra no deja de ser la industria musical la que mueve el mundo. Woodstock, casi sin quererlo terminó siendo funcional al generar las bases lejos de lo que representó su movimiento contracultural, pero al mismo tiempo generó una hermosa revolución en los jóvenes que se animaron a hablar, a proponer ideas nuevas e innovadoras para la época que abrieron las puertas de la percepción a cientos de miles de personas que velaron por una sociedad mejor, abierta y sedienta de cambios sociales.
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